lunes, 18 de febrero de 2019
La politóloga española que mostró otra realidad de Caracas: "El argumento de la crisis humanitaria es absurdo"
La politóloga española que mostró otra realidad de Caracas: "El argumento de la crisis humanitaria es absurdo"
Poco
más de 30 segundos de un video a las afueras de un McDonald's
bastaron para que el más reciente viaje a Venezuela de Arantxa
Tirado, una politóloga nacida en Cataluña, dejara un saldo de casi
un millón y medio de reproducciones y una explosión, literalmente,
en las redes sociales.
Esta
visita no es la única. Su primer viaje al país suramericano fue en
2005. Seis años después, en 2011, se instaló por un año en
Caracas y desde 2015 a 2019 ha ido cuatro veces.
Tirado
ha estado relacionada con Venezuela desde hace casi 20 años, cuando
militaba en la Asamblea Bolivariana de Cataluña. Sin embargo, ha
sido precisamente en esta oportunidad que su paso ha generado una
revuelta inesperada para esta doctora en Estudios Latinoamericanos
por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coautora
del libro 'La clase obrera no va al paraíso. Crónica de una
desaparición forzada'.
La
"crisis humanitaria"
Todo
comenzó luego de colgar un clip grabado en un transitado centro
comercial de Caracas. "Aquí podemos ver, en la dictadura
comunista de Nicolás Maduro, un McDonald's que lo han puesto supongo
que para disimular". Su comentario lo acompañó con un escrito
donde ironizaba sobre la "crisis humanitaria", que según
la dirigencia opositora existe en el país suramericano, y la
situación que encontró en la capital venezolana.
Este
video, que la especialista en temas latinoamericanos y caribeños
considera como "el más tonto" de todos los que grabó en
las calles de Caracas, generó una tropel de ataques, campañas de
descrédito, artículos, intentos de jaquear sus cuentas e insultos
que incluso han trascendido el tiempo de su visita a Venezuela.
Durante
su estadía grabó otros audiovisuales más que solo atizaron las
reacciones en su contra. Estuvo en una farmacia, participó en varias
transmisiones en vivo con la comunicadora venezolana Orlenys Ortiz,
recorrió una tienda por departamentos, un mercado popular y se subió
al Metro de Caracas.
Las
opiniones de los usuarios se dividieron: una parte opinó que era una
manera de mostrar esa realidad de Venezuela que no aparece en las
grandes cadenas de noticias y otra pensó que el contenido de sus
publicaciones era banal, parcializado y burlesco.
RT:
¿Cuál situación pensaba encontrar en Venezuela?
A.T.:
Me encontré con un país bastante en calma, a pesar de la tensión
por no saber cómo se va a solucionar el conflicto del intento del
golpe de Estado del diputado Juan Guaidó que, por otra parte, es una
realidad virtual que no está presente en las calles.
Encontré
un país muy diferente al que nos venden los medios de otros países:
un país que trabaja, que está preocupado por solucionar sus
problemas económicos cotidianos, por resolver las dificultades. No
vi "guarimbas" [focos violentos], aunque nos presentaban la
idea de que Caracas estaba prendida como en 2017 [durante las
protestas opositoras organizadas por la oposición que causaron más
de cien fallecidos].
RT:
¿Qué piensa un español promedio sobre lo que ocurre en Venezuela?
A.T.:
Cree la versión de los medios y piensa que en Venezuela hay una
dictadura donde no hay libertad de expresión, donde se mete a la
gente en la cárcel por sus ideas y donde los venezolanos
prácticamente no tienen comida.
RT:
¿Están convencidos de que hay una "crisis humanitaria"?
A.T.:
Los medios sustentan la crisis humanitaria en que hay gente comiendo
de la basura, que se mueren niños en los hospitales porque no hay
insumos. Esto pasa en muchos países de América Latina y no por eso
han declarado una crisis humanitaria, que no es lo mismo que una
crisis económica.
El
tema de la "crisis humanitaria" es un operativo de guerra
psicológica para justificar una intervención militar novedosa, una
guerra de cuarta generación que lleva años desplegándose contra la
Revolución Bolivariana.
Hay
organismos que se dedican a analizar qué es una crisis humanitaria
desde las ONG, desde la cooperación, desde el sistema multilateral
de Naciones Unidas. Generalmente está asociada a conflictos armados
o desastres naturales en contextos de pobreza, de desigualdad social,
de mala gobernabilidad, de fragilidad estatal, de precariedad
alimentaria, de violaciones de derechos humanos. Esta situación
puede llevar a una crisis alimentaria, enfermedades o desplazamientos
forzados.
La
oposición está tratando de armar ese escenario en Venezuela pero
invito a cualquier persona a que vaya, recorra y vea si es así, si
se requiere una intervención y la apertura de un "corredor
humanitario", que significa que deben actuar porque hay un
Estado que no lo hace o porque no hay gobernabilidad en ese
territorio. Es evidente que esto no sucede en Venezuela, donde el
Gobierno distribuye cajas de alimentos a seis millones de familias
mensualmente y desarrolla políticas sociales para precisamente
combatir esa guerra económica y bloqueo financiero.
RT:
¿Por qué sus videos causaron tanto malestar?
A.T.:
No sabría decir si el malestar proviene de la arrechera [rabia] que
tiene mucha gente acumulada, la frustración con la situación
económica, la necesidad de buscar culpables para "descargar esa
arrechera", como diría el excandidato a la Presidencia y
opositor Henrique Capriles Radonski. No sé si fue el uso del
sarcasmo, que interpretaron como una burla de la situación
económica.
Por
eso son tan simples mis videos, no hay análisis político, es una
simple ironía y sarcasmo para responder a unos argumentos opositores
y de la prensa española que son de ese nivel tan bajo.
RT:
¿El "debate" se centró en insultos en su contra?
A.T.:
No sé si ser mujer, y estar clara en mi ideología de izquierdas,
molesta a muchos. La gran parte de los ataques se centraron en
cuestiones de apariencia física. Creo que a otras personas que han
hecho videos sobre Venezuela no han recibido este nivel de insultos,
mensajes públicos, privados y de contenido sexual denigratorio.
RT:
¿Son estos ataques un reflejo de lo que sufren quienes se
identifican con el chavismo?
A.T.:
Sin duda. Son reflejo del nivel de intolerancia, de violencia y,
podríamos decir, de fascismo, en el sentido amplio del
aniquilamiento del contrario. Esa violencia la padece el pueblo
chavista desde hace casi 20 años por parte de estos sectores que,
para colmo, se presentan como 'víctimas y perseguidos' por una
dictadura, aunque resulta que en las "castrodictaduras
comunistoides" de Nicolás Maduro y Hugo Chávez, los que tienen
que cuidarse y esconderse son sus simpatizantes.
RT:
¿Qué le responde a quienes le escribieron que su visión era
parcial y banal, que debía ir a hospitales y basureros?
A.T.:
Mi visión es parcial porque trata de mostrar la Venezuela que no
aparece en los medios de comunicación. El resto, los males o los
problemas que tiene Venezuela, los vemos mañana, tarde y noche en
España.
¿Ir
a hospitales y basureros? Podemos ir para mostrar una realidad
dramática. Si tienen pruebas de que me pagan, vamos a los tribunales
y harán el ridículo. Esa realidad la podemos encontrar en México,
en Guatemala, en Costa Rica, incluso en Chile y en España.
En
España podemos hacer un reportaje contando cuántos enfermos
hepáticos murieron porque el Estado dejó de administrarles un
medicamento que cubría la Seguridad Social. ¿Decimos que hay una
crisis humanitaria y que tiene que invadir el Ejército
estadounidense para llevar los medicamentos? Es totalmente absurdo
ese análisis.
RT:
¿Cree que el sarcasmo en sus videos causó reacciones
desproporcionadas?
A.T.:
La dirigencia de la oposición no tiene sentido del humor, lleva muy
mal haber perdido el poder político, que no económico, porque
siguen viviendo bastante bien. Me pregunto cómo les alcanza para
vivir en España, mejor que muchos europeos.
Creo
que el humor duele cuando es efectivo, hace daño porque es una
manera potente de hacerte llegar una verdad. Para esta gente el
humor, y cualquier tipo análisis sobre la situación en Venezuela,
está vetado porque no están dispuestos a debatir en términos
serios y racionales.
RT:
La acusaron incluso de estar pagada por el Gobierno de Maduro
A.T.:
Los empresarios de los medios de comunicación, que se mueven por
intereses económicos, creen que el resto somos igual. No entienden
que hay personas que tienen principios, ideología, ideales. Si
tienen pruebas de que me pagan, vamos a los tribunales y harán el
ridículo. Por otra parte, es lamentable que en España, a todos los
que tienen algo que ver con Venezuela, se les intente acusar de que
están siendo pagados.
Tengo
casi 20 años vinculada al proceso venezolano, empecé mi militancia
en la Asamblea Bolivariana de Cataluña, cualquiera que me conozca lo
puede atestiguar, sabe que siempre he defendido lo mismo sobre
Venezuela.
RT:
¿Esperaba que su videos causaran el impacto que tuvieron?
A.T.:
Para nada, nunca pensé que tuvieran este nivel de viralidad y menos
el del McDonald's, que me parece el video más tonto de todos. Antes
subí otro, que pasó sin pena ni gloria, pero me parece que este les
dio en la madre, como dicen en México.
Son
los opositores lo que se han encargado de hacerme memes, enviarme
miles de mensajes de "amor", jaquearme el Twitter, tratar
de meterse en mi teléfono, de bloquearme el acceso a las redes
sociales... Son ellos los culpables de haber hecho esto viral, si me
hubieran ignorado, quizás no estaría hablando de los los videos
ahora.
¿Qué
va a pasar con el pueblo venezolano chavista?, ¿qué va a pasar con
la Revolución Bolivariana?, ¿cómo van a salir de esta tesitura,
que es una de las más críticas de estos años de Revolución? Creo
que de eso tenemos que hablar y no de la polémica de unos videos.
Nathali
Gómez