viernes, 21 de abril de 2017
Esta lucha. Esta coyuntura
Vuelve la oposición venezolana con
el ritornelo que mantiene durante dieciocho años: "ahora sí",
"ahora si cae esta dictadura", "la calle es nuestra", "este
gobierno está caído". Ante esta situación se hace presente la expresión
del Chavo del Ocho "vuelve el perro arrepentido con el rabo entre las
piernas". Pero este "perro" no aprende, ni entiende que su fórmula
de lucha no es la correcta.
En la actual coyuntura ha optado como
método de lucha arreciar las protestas en la calle contratando a mercenarios desalmados. Atentan
contra los derechos humanos, contra la propiedad pública y privada,
obstruyen el libre tránsito. Olvidan que en las guerras hay instituciones que
son intocables como los centros educativos y hospitalarios. Quizás entiendan, pero se hacen los locos, que
de continuar manteniendo este barullo la sociedad se canse
y termine aborreciéndolos
definitivamente. Es posible que el
desencanto de sus seguidores termine pasándoles factura al no ver resultados
concretos(Diana D´Agostino dixit). También estamos ante una arremetida del nuevo instrumento, bélico las
redes sociales, tanto locales como internacionales, con sus rumores, mentiras y
tergiversaciones de la realidad.
Trayendo a colación el pase de
factura, el sector opositor se siente
incómodo con la televisión privada venezolana por no haber hecho cobertura
suficiente de su marcha del 19 de abril. La califican jalabolas del régimen y
traidora. Estos medios saben que las condiciones son diferentes con las cuales
contaban en los años 2002 y 2003.
Por otra parte, le lanzan flores y
carantoñas al sector militar para que participe en un golpe contra el Estado venezolano.
Habrá quienes se sientan tentados por los cantos de sirena, pues también se han
visto perjudicados por la guerra económica. Pero el sector castrense está en
capacidad de identificar al enemigo y lo ha hecho. También
recuerdan a los "militares papel tóale" del golpe contra el
Comandante Chávez y de la plaza Altamira.
Entonces, estamos ante una pugna de
resistencia y veremos quién cede
primero, si el gobierno aferrado a la Constitución o los opositores con sus locos desatados.