martes, 7 de febrero de 2012
La derecha se fortaleció con la beata Josefina. La descomposición de la izquierda y lo electoral controlado
La derecha se fortaleció con la beata Josefina. La descomposición de la
izquierda y lo electoral controlado
1. En México, igual que
en la mayoría de los países del mundo –como parte del sistema de explotación
capitalista- se manifiestan mil y una ideas que buscan conservarlo como tal o
cambiarlo. A través de los siglos han dominado en el mundo las ideas
conservadoras, militaristas y clericales representadas siempre por las clases
dominantes que han concentrado todo el poder económico, político e ideológico
en sus manos; pero frente a ellas han surgido de manera natural las ideas
liberadoras que han proclamado los cambios. Las ideas no han sido creadas por
una mente revolucionaria sino que han sido productos de las diferentes
condiciones de vida de las clases sociales y de sus luchas por defenderse. Por
eso Marx, que no inventó, sino descubrió en la historia la lucha de clases,
pudo proclamar que ésta es el motor de la historia, que los enfrentamientos entre
explotadores y explotados, entre grandes propietarios y los que nada tienen,
son el motor de los cambios sociales.
2. En México y en el
mundo los poderosos capitalistas y sus seguidores han tratado de negar la
existencia de las clases sociales y de la lucha de clases diciendo que es un
invento de Marx, de los comunistas y de aquellos que “protestan y nunca están
de acuerdo con nada”. Y buscan probarnos que los ricos tienen dinero por lo
mucho que sus abuelos, padres y ellos mismos han trabajado y porque dios así lo
quiso, y los pobres no tienen dinero porque han sido muy flojos y
despilfarradores, además que al no tener nada, serán fácilmente admitidos en
“el reino de dios”. ¿Cuál es la realidad mexicana? a) 70 millones de pobres y
40 millones de miserables, 35 millones de clases medias (baja, media y alta) y
unas cuantas familias multimillonarias de grandes empresarios y políticos
(Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, Salinas de Gortari, “los poderes fácticos”)
que determinan –mediante acuerdos con el imperio e inversionistas extranjeros-
el rumbo económico y político del país.
3. México, desde el
triunfo de la revolución mexicana (1910-17) fue dominado por varios grupos
políticos (maderistas, porfiristas, carrancistas, obregonistas, callistas,
cardenistas) que en cada período fueron imponiendo una sola visión de país
capitalista aunque con diferentes estrategias, sean estas populistas,
semifascistas o seudosocialistas. Basta leer a Guillermo Bolfil en su México
Profundo para comprender cómo desde “el descubrimiento y la conquista de
América” el modelo de producción capitalista comenzó su imparable penetración
en el continente. La propaganda oficial suele presentarnos como personajes del
pueblo revolucionario a los Madero, Carranza, Obregón, Calles y demás gobernantes
a partir de algunas características, cuando en realidad cada uno de ellos
–esencialmente- sólo han modernizado y eficientado una mayor explotación
capitalista. México desde hace 100 años ha registrado enormes transformaciones,
pero el capitalismo sólo ha beneficiado a minorías.
4. México, que pasó de
15 millones de habitantes en 1910,
a 35 millones 50 años después y en 2012 cuenta con
alrededor de 114 millones; se ubica entre los 10 o 12 países más grandes,
poblados y con alta producción en el mundo; sin embargo su posición política
“siendo una potencia mundial”, no ha sabido aprovecharla en propio beneficio
porque sus gobiernos –sobre todo a partir de que se impuso el neoliberalismo en
1982- decidieron subordinarse en un 100 por ciento a las políticas de los EEUU.
De aquel papel de apoyo a las luchas de los pueblos, a los luchadores sociales
y de protección a los exiliados políticos de España, Cuba, Argentina, Chile,
Nicaragua, El Salvador, nuestro “nacionalista o antiimperialista” país fue
convertido en un simple patio trasero de las políticas yanquis. Por ello es
urgente discutir, analizar, aclarar, la estrategia política de la izquierda
mexicana ante las diferentes posiciones que hoy están en pugna y están
participando.
5. La izquierda real existe
en México como ideología por lo menos desde mediados del siglo XIX cuando desde
Europa (escribe por ejemplo García Cantú) militantes anarquistas y socialistas
llegaron con ideas del utopismo, del anarquismo colectivista y del comunismo. Abundantes
historias relatan la formación entre los trabajadores y artesanos de cientos de
centros de socorro, de apoyo mutuo, de mutualistas, luego de cooperativas y más
tarde –en el siglo XX- de sindicatos. Desde entonces la izquierda real luchó
contra la presencia del capitalismo de libre competencia impulsado por el
liberalismo decimonónico, así como contra los latifundios y la concentración de
la riqueza en pocas manos. La izquierda –sobre todo el anarquismo de Flores
Magón- luchó contra los gobiernos capitalistas del porfiriato, el maderismo, el
carrancismo y todas las formas de obregonismo y callismo. Incluso fue muy
crítico ante el cardenismo y sus reformas autocalificadas de socialistas.
6. En 2012 la izquierda
mexicana es muy débil. Aunque en 1919 fue fundado el Partido Comunista de
México por consigna de la
Internacional de Lenin, y aunque en la historia de esa
organización hay registros de algunas luchas heroicas, puede demostrarse que el
PCM en sus sesenta años de vida no representó peligro alguno para la burguesía
y su partido (PNR-PRM-PRI) que gobernó cómodamente por lo menos hasta 1988. Después
de las luchas sociales de los trabajadores, campesinos, estudiantes, profesores
y médicos de 1956-66, del 1968 estudiantil y de los setenta de huelgas obreras,
así como el desplome electoral, la clase dominante aprendió de manera eficaz
que había que abrir el congreso o el “parlamento” a “nuevos partidos de
izquierda y derecha” aplicándoles proporcionalidad a los votos logrados después
de campañas subsidiadas por parte de Estado con dinero y en los medios de
información. Así la burguesía dio el paso definitivo para destruir a la
izquierda real.
7. A partir de 1977, con la integración
de los socialdemócratas y la izquierda oportunista al juego electoral
organizado, legislado y reglamentado por la burguesía, las luchas izquierdistas
dentro de los sindicatos y los pequeños partidos de izquierda sufrieron una
enorme conversión. La discusión sobre teorías revolucionarias, fue sepultada
por la desesperada búsqueda de cargos y subsidios económicos de partidos, así
como registros de partidos y candidatos. Hoy existe un amplio movimiento
(electricistas, maestros, mineros, campesinos, oaxaqueños, guerrerenses) que se
defiende ante la terrible represión del Estado; también pequeños núcleos
movimientistas que con las luchas en la calles se solidarizan con las batallas;
pero la parte más importante de lo que fue “la izquierda” está en los partidos
políticos oficializados que llevan 35 años “arreglando el país” con los mismo
métodos de los grandes partidos de la burguesía (PRI-PAN) y parece que vendrán
otros 35 en el circo parlamentario.
8. En México, desde un
año antes de las elecciones presidenciales (julio 2012) se comenzó a agitar de
manera amplia y abierta la sucesión presidencial, por no decir que desde cuatro
años antes se empieza a jugar en el ajedrez político buscando acomodos
institucionales. Sin embargo esos cuatro años –al mismo tiempo que han servido
para que el pueblo y los electores comiencen a arrepentirse de sus votos por el
PAN o por el PRI- se han usado para las protestas sociales de los trabajadores
del campo y la ciudad. El hecho de que en tiempos electorales se reduzcan y
hasta desaparezcan las luchas justas e independientes de los trabajadores hacen
pensar que los procesos electorales sirven para que la burguesía dominante
controle a la población bajo sus estrictas reglas. Todos los partidos que
durante cuatro años vivieron cobrando los subsidios gubernamentales, en los dos
últimos años de gobierno comienzan a sacar la cabeza para participar en los
procesos electorales.
9. Las luchas de los
electricistas, mineros, profesores, campesinos –aunque siempre muy justas y
urgentes de solucionar- van poco a poco desapareciendo esperanzando las
soluciones al arribo de otro presidente de la República. ¿Se debe
acaso al absoluto predominio del régimen presidencialista, a la carencia de
organizaciones independientes fuertes y a que los paridos políticos son
exclusivamente electoreros? Quizá esa es la realidad mexicana –la dependencia a
las decisiones del “señor presidente”- de las “buenas intenciones de quienes
lleguen al poder” –dada toda una larga experiencia histórica- para que las
cosas cambien. Por ejemplo más de 30 mil electricistas fueron echados a la
calle en este sexenio, miles de mineros luchan por sus derechos y contra la represión,
cientos de miles de maestros batallan contra su liderazgo corrupto y una buena
educación, así como decenas de miles de campesinos luchan por créditos e
inversiones en el campo.
10. En tanto las
organizaciones independientes (electricistas, campesinos, etcétera) carecen de
medios económicos para realizar su propaganda con el fin de difundir su
movimiento, así como de apoyos de los medios de información, los partidos, el
IFE, el TRIFE y todo los aparatos que organizan los procesos electorales reciben
presupuesto multimillonario del gobierno federal, de los gobiernos de los
estados, los empresarios y los medios de información. Las diferencias de
ingreso entre la lucha social y la lucha electoral son absolutamente extremas;
a tal grado que los obreros y campesinos deben llevar en sus manos pequeños
volantes para lograr que los ciudadanos les depositen una moneda en su bote
recolector. Esta enorme diferencia fue creada a propósito por la propia
burguesía que ha sabido elegir a sus amigos y enemigos. Por eso los medios de
información no se cansan de lanzar calumnias contra las luchas sociales y de
llamar a votar por el poder.
11. La derecha política
mexicana conformada esencialmente por el PAN y el PRI parecen ahora pelearse
entre ellos por la
Presidencia por no tener enemigo enfrente. Han declarado que
López Obrador no es el principal peligro dando noticia a los medios de
información para que sigan silenciando a la socialdemocracia de izquierda. Ayer
domingo eligieron a la beata Josefina Vázquez como la candidata del PAN que,
sumada a la visita papal del 24 de marzo, permitirá que los fieles católicos
sólo tengan una candidata; es el motivo por el que Calderón, Fox y los jerarcas
de la iglesia están de plácemes. Ahora las llamadas encuestas electorales y los
medios aprovecharán para subrayar e intensificar que AMLO va en tercer lugar y
que no tiene oportunidad alguna para ganar. También éste de pensar muy bien si
va a continuar haciéndole a juego a los asesinos y manipuladores “poderes
fácticos” que muy bien conocen a sus personajes de confianza.
Pienso que la izquierda
debe reflexionar profundamente acerca de sus tareas en este momento en que PRI
y PAN, fuertemente unido a imperio de los EEUU, quieren continuar dominando el
poder del Estado. Juntos o individualmente han sido partidos electorales y
candidatos presidenciales al servicio del empresariado y del Estado capitalista
y nunca han representado una fuerza de masas. Por el contrario, ¿qué han sido
el lópezobradorismo, las luchas sociales de los profesores, los electricistas,
los campesinos, estudiantes? el EZLN, la APPO, el mismo movimiento de Sicilia, sino
movimiento de masas? Pienso que hay que levantar –a partir de los movimientos
sociales- una gran movilización social contra las más de 67 mil muertes y toda
la política de desempleo, salarios miserables y la política migratoria. Es
obligación de la izquierda analizar bien a fin de que sus errores no sigan
contribuyendo a la dispersión y a su mayor debilitamiento. Discutamos a fondo
esta situación. (6/II/12)