sábado, 9 de junio de 2007
Ocasión desperdiciada
ELEAZAR DÍAZ RANGEL
Honestamente, quedé sorprendido con la decisión de los estudiantes que se retiraron de la Asamblea Nacional luego de que uno de ellos abrió lo que pudo haber sido un excepcional e interesante debate.
Como es sabido, ese mismo sector había solicitado el derecho a ser escuchado en el seno de la Asamblea Nacional, y fue atendida tal petición, en la que se acordó escuchar a unos y a otros.
Todo prometía ser una experiencia única en Venezuela, y seguramente en la mayoría de los países latinoamericanos. Después que los recibieron en el Tribunal Supremo de Justicia y en la Fiscalía General, también por primera vez en Venezuela, se abrió una lógica expectativa ante el debate que las partes habían acordado con la directiva de la AN.
Cuando apenas comenzaba lo que prometía ser un polémico encuentro, y que se llegaba a transitar la vía del diálogo, es cuando el grupo, que podríamos calificar de opositor, se retiró del recinto sin explicación alguna. Habían perdido la más extraordinaria oportunidad de exponer, en igualdad de condiciones del otro sector, sus cuestionamientos, sus críticas, sus propuestas, sus ideas, en una sesión transmitida en cadena nacional de radio y TV.
¿Por qué lo hicieron? Como supongo que fue una decisión de ellos, no impuesta ni sugerida por nadie, se trata de un error grave que les hará perder liderazgo en los estudiantes que les han acompañado en las últimas manifestaciones. Cualquier explicación que ofrezcan será insatisfactoria. Es tarde para que digan, por ejemplo, como argumentaba algún político, que con ese debate prestigiarían a la Asamblea Nacional.
Si ellos lo habían pedido y discutido las condiciones.
Pero rectificar es de sabios. El camino al diálogo sigue abierto.
